Comunicado: Primero no hacer daño

Ante la irrupción de la pandemia producida por el coronavirus, el principio Hipocrático «primero no hacer daño» nos ha llevado a tomar todas las medidas y hacer los sacrificios necesarios para contrarrestar su incidencia en nuestro país. Lamentablemente, durante la pandemia hemos perdido vidas y cada vida es valiosa. Pero también hemos descubierto las enormes capacidades de muchos sectores de la población y cómo han puesto a disposición todas sus fuerzas y talentos en aras del bien común. El personal sanitario y los demás trabajadores esenciales han mostrado su enorme compromiso y responsabilidad social hasta el día de hoy. 

El personal de los centros de enseñanza y, en particular, los docentes, no se han quedado atrás en este esfuerzo y han tenido que adaptarse repentinamente a la nueva realidad educativa con entrega y creatividad, renovando día a día su vocación. Por ello, el esfuerzo que hemos hecho como país para conseguir las vacunas contra el coronavirus ha puesto a los maestros y maestras como una población prioritaria en el proceso de vacunación. Esto así, dado el enorme valor que tiene la educación para el desarrollo del país y su significado para el bienestar de los niños, niñas y adolescentes. 

Sabemos que educación no es solo transmisión de contenido, es mucho más. Educación  es interacción social y creación de vínculos; es también el cuidado mutuo y el compromiso solidario con las familias. Estas esferas de la educación, la sola virtualidad no las permite. Las escuelas públicas y los colegios privados tienen una vocación social fundamental: educar para la ciudadanía, es decir, para que juntos construyamos el país que queremos. Si ya tenemos vacunas disponibles para el personal de las escuelas y colegios, y para la población en general, no podemos continuar deteniendo la educación presencial, que es la que promueve el desarrollo integral de los estudiantes.

Por otro lado, el tiempo que nos resta del curso académico ha de ayudarnos a preparar el próximo curso. Podemos poner en práctica los protocolos ya elaborados y que necesitan ser implementados para su perfeccionamiento. Podemos preparar a los estudiantes y profesores para su cumplimento de cara al próximo año escolar y así no tener que aprender sobre la marcha el curso que viene, que a todas luces supondrá un esfuerzo importante de recuperación y adecuación de contenidos. En los países donde se ha retomado la educación presencial los estudiantes han mostrado la capacidad de respetar los protocolos y las estadísticas confirman que los colegios y universidades no son focos de infección, al contrario, son ayuda para transmitir los protocolos a las familias a través de sus hijos. 

El tiempo que resta de este año escolar 2020-2021 representará una recuperación socioemocional para los estudiantes; un tiempo incalculable para su bienestar general. Nuestro objetivo es: el interés del niño y el derecho a la mejor educación que podamos brindar.

Estamos conscientes de la situación de salud en la que nos encontramos, pero igualmente los datos científicos y data a nivel global demuestran que el regreso a las aulas no incide negativamente sobre el comportamiento de la pandemia. Es por lo que, dada la disponibilidad de vacunas y la necesidad de adelantarnos a la preparación del próximo curso escolar de cara a la recuperación educativa, hoy «primero no hacer daño» significa reiniciar la presencialidad en las escuelas y con ello implementar los protocolos necesarios para que la educación no continúe centrándose meramente en la transmisión de contenidos. 

Consejo Directivo AINEP

2021-2023



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